domingo, 7 de agosto de 2011

Fluidos y libertad

Pornoterrorismo (Txalaparta, 2011) de Diana J. Torres es ya, a mi juicio, el libro del año. Ese que no aparecerá ni de broma en las listas de los más vendidos. La provocativa obra de Torres es un verdadero escupitajo a una sociedad como la española, presidida por la atonía y la falta de estímulos ante una existencia que no deja de parecer un pozo sin fondo. Su planteamiento no está muy lejos del de otras perfomers femeninas o trans internacionales, pero en ella resulta un revulsivo generalizado, como descubrir la bomba H para calentar las tostadas con manteca. Comenzar de cero, revisar el punk más fiero y poner en duda toda una forma global de vida, eso y algo más es Pornoterrorismo y sus posibles derivas. De hecho, leyendo sus páginas uno siente que el avance es menor del esperado (que uno mismo es más reaccionario de lo que cree o le gustaría pensar). Que la pretendida libertad es, eso mismo, una pretensión que ha quedado en papel mojado en esta perversa sociedad.


Diana J. Torres es una abanderada del perfomance extremo, con fisting, squirting y demás placeres del automaltrato o la explosión más catártica. La gran diferencia es que en ella el discurso de sexualidad intensa le sirve como modo de comunicación con sus semejantes. Una especie de comunión insana y carnal. Con conexiones con los Motherfuckers! norteameriacanos y el femenismo más agresivo, Pornoterrorismo se convierte en un exhultante compedio de honestidad, no sólo teórico o reivindicativo, también literario (algunos fragmentos son lo más palpitante que he leído últimamente), por lo que emocionalmente resulta un soplo de aire fresco entre tanto libro idéntico y sus respectivas opiniones sobadísimas (al mundo del libro le queda una revolución pendiente que le devuelva a su posición natural, y éste es un paso en la dirección correcta). El peligro (más que potencial) es que sólo acabe entre revistas de tendencias de enteradillos o en un rincón oscuro de la protesta sexual de este rancio país (sería un gran error). Porque ya se lee por alguna de sus zonas más infecciosas, "¿acaso hay fusión más hermosa que la de las palabras `porno´ y `terrorismo´?". Un verdadero signo de los tiempos.










[Travelling existencial -vía Peter Bjorn & John- para digerir nuestra propia inexistencia]





1 comentario:

  1. Interesante, no sé porqué me he acordado de Henry Miller... ojearé el libro ;)

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