domingo, 29 de mayo de 2011

Glamour to Kill, sin placer no sé qué hacer

El inmenso espectáculo que es Glamour to Kill aterrizó ayer en la capital leonesa, en un nuevo local de nombre Yasta en el otrora masivo Lancia de mi adolescencia furtiva. Casi toda la fauna noctámbula/crápula se acercó ayer a ver el juego sudoroso y bizarro de los GTK. Miguélez, Culebras y Tormento, el trío hedonista por antonomasia, presentaban nuevo álbum, y sin concesiones ofrecieron uno de esos shows cabareteros que tanto gustan a su público, huidizo de las coartadas intelectuales y más centrado en su impacto de gratificación inmediata. Quien quiera ver virtuosismo, se ha equivocado de cita, el concepto punk-glam de los GTK va más allá, y pretende algo, tan inclasificable y parece que olvidado e inmesiricorde en estos tiempos, como es pasarlo simple y llanamente bien. Sobran muchos nombres que sólo pretenden hundirte las costillas un poco más y hacerte llorar a borbotones mientras das vueltas en la cama. Sin apenas alcohol en sangre salí de la nueva sala con una de esas enormes sonrisas de satisfacción que ya sólo tengo pocas veces. Hay testigos.


La otra gran sorpresa de la noche fue el regreso a los escenarios de Carlos Luxor (Toño), que dio buena muestra del por qué de su papel activo y tan reivindicable en esta ciudad (pronto habrá más noticias). No parece extraño pues que Luis Miguélez haya contado con él en tantísimas ocasiones. Buen ambiente. Calor agobiante. Pelucas y rímel. Back to 80´s. Algo de sadomaso, fisting visual y la sensación de una gran noche en el centro mismo del cerebro reptiliano. Lo que viene a recordarnos, también, el papel activo de los GTK en el Berlín de madrugada. A León le queda un poco hasta ese sano placer huidizo que tanto gusta al teutón medio, empeñado en la noche y el cuero negro. Tan cerca, tan lejos.










[Glamour To Kill, en su primer álbum, pidiendo agitar el cuerpo como último reducto de esa maldita satisfacción inencontrable]



jueves, 26 de mayo de 2011

Usando la cabeza

Última cinta del director de Los Edukadores. Quizá no tenga el íntimo sentido arty de aquella, pero conserva esa intención subversiva de encontrar fisuras al sistema de sistemas contemporáneo. La película nos cuenta la historia de un productor de televisión basura adicto a las drogas que se odia a sí mismo por lo que hace y ofrece al mundo. Decide entonces hacer otro tipo de televisión y tras los resultados comienza a preguntarse por el oscuro mundo de los índices de audencia. Ha encontrado su personal modo de realizar el cambio. Todo cambiará.


Recomendable filme en estos días agridulces de resaca existencial. Una interesante opción para debatir entre nihilistas activos del desorden y el descontento huidizo. Ecos de Un Mundo feliz y 1984, voces desde el cuarto oscuro de la vida que no concibe ser anulada. Quizá cada vez las fisuras sean más minúsculas, sombreadas de prejuicios, ausencia de preguntas y negación de nuestro lugar en el mundo. Piensen, piensen, piensen... Es lo único que nos queda.






[Trailer de Un juego de inteligencia. Los fallos en el sistema existen, están ahí, ante nuestros ojos cansados por las horas de televisión]


viernes, 20 de mayo de 2011

De un yo a un nosotros

Han criticado todos los aspectos del movimiento generado a partir de este reciente 15 M, que si no había propuestas específicas (mentira), que si tenía intereses políticos concretos (mentira), que si era flor de un día (otra mentira), que eramos una generación nihilista y que se conformaba con todo lo que le echaran (visto lo visto, está claro que mentira). Y ha resultado por todo ello una movilización digna y verdaderamente democrática, inclusiva y no exclusiva, transversal, justo lo contrario a lo que algunos se han habituado demasiado tiempo, con unas leyes que defienden sus intereses particualres y su malsano statu quo. Existes agradables guiños cómplices desde el resto del planeta. La vida nos sonríe, se puede mirar al horizonte de las posibilidades, desde Sol a una pequeña plaza en la ciudad de León. Ciertas formas de civilización acaban con el ser humano, con sus esperanzas y con su deseo de algo mejor. Las personas merecemos ese algo más que no ofrecen en absoluto los productos de consumo, la vajilla de 24 piezas o la copa cargada a las 3 de la madrugada. Eso sólo lo logra luchar pòr una realidad mejor, no olvidar al de al lado, compartir lo que se tiene como en un gran banquete vital. El principal cambio pasa hoy por hoy de un yo a un agradable nosotros. Sí, qué gran palabra, nosotros.


Pero como en toda movilización existen riesgos. De Gaulle, un militar recalcitrante, ganó las elecciones tras un catártico Mayo del 68. Por tanto el mejor ejercicio particular es un voto responsable, lúcido y justo con todos los que convivimos cerca, los que pagaremos sus indefectibles consecuencias. Acusan a todas estas reacciones de idealistas, de abstractas. No creo que tenga nada de abstracto pedir un mundo más habitable, a cualquiera se le pueden ocurrir un largo listado de aspectos mejorables en esta democracia. Lo mejor es que se pueden llevar a cabo con facilidad. No hacerlo significa pertenecer a un sistema turbio y deshumanizado, que se olvida del débil y que tal vez sólo nos recuerda como mercancía intercambiable. Si no eres parte de ello, sólo te queda acercarte a Botines o a tu plaza más cercana. Hoy mismo llevaré botellas de agua a los acampados. Sí, para hacer algo tan grande y tan sencillo como cambiar el mundo.




[Happy Mondays. Todos los lunes serán felices o no serán]



miércoles, 18 de mayo de 2011

Estoy harto

Se quejaban de nosotros, de que eramos una generación acomodada que no luchaba por nada ni por nadie. Pues resulta que es justo mi generación la que, hasta el momento, más está alzando su voz contra una sociedad degradante y degradada que anula a la mayor parte de sus ciudadanos. El germen del 15M se está ampliando y son ya más de 40 las ciudades con acampadas y asambleas populares (como aquellas de finales de los 70 que progresivamente han ido desapareciendo con la huida de la transición). No me pilla por sorpresa todo esto (porque parece que a algunos políticos sí, y temen su intrusión en una campaña autista, estúpida y distante), lleva fraguándose durante mucho tiempo, especialmente por unos jóvenes que han ido observando como apenas les dejaban nada, en todo caso humillaciones, trabajos precarios y sueldos de risa. Nunca pedimos demasiado, pero ni siquiera eso nos ofrecieron como ridículas migajas del pastel. El movimiento era inevitable. La justicia una gran necesidad.El deseo, lo decía Freud, es inagotable.


Muchos políticos se quieren apropiar de algo que no les pertenece en absoluto. En el fondo desean canalizar ese descontento por los canales habituales, pero todos ya hemos visto qué logran los canales habituales, nada, a lo sumo una mayor diferencia entre los seres humanos y una mayor humillación con la propia vida. Me produce sonrojo su confusión, ¿tan lejos estaban de la realidad diaria? Una ola creciente de positividad y hartazgo se está canalizando entre mucha gente a mi alrededor. Bienvenido el pensamiento, bienvenida la honestidad. No era posible soportar esto. ¿Adapatarse a un sistema así de enfermo era un síntoma de salud? Parece que un grupo creciente de individuos cree(mos) que no, que ya está bien, que todo ha resultado demasiado. Soportar el dolor durante demasiado tiempo no crea héroes, sino más bien idiotas que asimilan poco a poco la injusticia, la desigualdad y la pobreza. Yo estoy más que indignado, estoy harto, ¿y tú?





[The Clash, la banda sonora perfecta para un momento memorable. Esperemos estar a la altura de los acontecimientos]



lunes, 16 de mayo de 2011

Yo estuve allí

Como suele decirse, yo estuve allí. No desde su inicio, me uní en soledad a la altura de Santo Domingo y participé de ese algo que estamos olvidando, una manifestación, el derecho esencial a protestar en una democracia. Sí, ayer participé de esa marcha sin colores políticos que fue el 15 M. Y suscribo personalmente la mayor parte de lo que allí se dijo. No a un sistema que trata al ser humano como mercancía, y lo deja en manos de banqueros y políticos que acentúan el problema. No, evidentemente, a una forma de vida presidida por la corrupción y el individualismo más sangrante. No, por supuesto, a una crisis económica que se lleva por delante a los más desfavorecidos, mientras las cuentas "corrientes" de otros no dejan de crecer aprovechando el caos y el "sálvese quien pueda". Lo que no sé es si Islandia es la solución, pero de lo que estoy seguro es de que lo que veo a mi alrededor no lleva a ninguna parte. En todo caso, a un pozo sin fondo lleno de muerte, dolor y traición colectiva.


Estoy harto, y por lo que veo no soy el único. Amas de casa, padres de familia, currantes y especialmente jóvenes, asistieron a una manifestación en León que algunos cifran en un millar de participantes. No lo sé, nunca se me dio bien calcular masas. Lo que sé es que la gente de esta y otras ciudades (unas 50 señalan los medios de comunicación)han llegado a su límite de tolerancia a este absurdo, a esta vida hueca tal y como hoy la conocemos. Por lo que se dijo en la Inmaculada, habrá más convocatorias. Probablemente y con suerte un día pueda decir, yo estuve allí, en ese primer 15M. Tal vez el principio de un cambio imparable para todos nosotros, no sólo para mí. Ese es el principal cambio.

domingo, 1 de mayo de 2011

Amistades sensibles (melancolía y vampiros)

Da gusto tener algunos amigos. Y más si son como estos: creativamente enormes e imparables. Os presentaré:


Javier Ordás es el creador de Infernaliana y compañero en Azul eléctrico, además de colaborador en multitud de revistas y fanzines. Y para colmo, insaciable guitarra acústica en uno de los grupos del momento, Nodding by The Fire (que se lo digan a los de Mondosonoro, que los tienen en un gran altar pagano). Hace muy poquito acaban de sacar nuevo EP, el magnífico At Home at the Wilderness, un paso de gigante en su proyecto instrumental, que no deja de lograr fieles a este y al otro lado del Atlántico. Impecables, sensitivos, etéreos, magníficos... parece que todo queda corto para describir una de las propuestas más singulares y honestas de la última hornada leonesa. Haceros con su nuevo EP si no queréis quedar al margen en las conversaciones sobre lo que sucede en esta ciudad de frío y calles vacías. La música que está sonando en todos los hogares inquietos, en los que justo después puede escucharse Nick Drake con etilo, humo y nostalgia.


Y por otro lado, mi buena amiga Celia Novis (también compañera en Azul eléctrico), que por fin va a presentar su documental sobre José R. Larraz, On Vampyres and other Symptoms . La historia de un director prolífico y altamente valorado fuera de nuestras fronteras por títulos como Vampyres. Filmes algunos de ellos que ofrecieron sugerentes ideas a nombres como Tarantino o Coppola. Decía que por fin, porque esta psicóloga y periodista es una de las mujeres más constantes que conozco. Pura pasión por el cine y por crear algo de altura. Hagánme caso, porque un día se hablará de ella como ese gran nombre que este país cafre y salvaje dejó escapar (se me quiere ir a los USA, a visitar Graceland o tomar cafés largos). Si la ven, no la dejen marchar. La presentación oficial será pronto, en el Festival Internacional Documenta Madrid, el sábado 7 de mayo a las cinco de la tarde. Vayan por mí, díganle que crear lo merece todo y que siga así, aquí o en Wiscosin.







[Para ambos, este hit subterráneo con sabor a celuloide cítrico. The Feelies]